Lugares de interés: Guadarrama, cuevas de Prádena, cuevas Enebralejos, Sotosalbos, Riaza, Ayllón, pueblos rojos, pueblos negros, Maderuelo, Fuentidueña, Riaza, románico, Hoces de Riaza.
La provincia de Segovia no para de sorprendernos, permitiéndonos vivir la historia como una experiencia palpitante y ofreciéndonos siempre algo fascinante que descubrir. Las grandes rutas ponen a nuestros pies el inicio de un camino interminable en el que cultura tras cultura han plasmado su huella y en el que el arte, la historia y la naturaleza abren sus puertas al visitante.
Sotosalbos, no dejes de visitar este pueblo, conocido por su conservada iglesia románica y su peculiar vínculo con el Arcipreste de Hita.
Prádena, donde destacan sus prehistóricas Cuevas de los Enebralejos que nos trasladan un pasado de millones de años.
Murallas protectoras de villas señoriales, tales como Fuentidueña y las iglesias románicas de su Villa y Tierra bien merecen una visita, a la que podemos acompañar siempre de buen yantar.
Maderuelo, sobre un espolón dominando, nos muestra el pasado medieval defensivo de estas tierras, dejándonos aún admirar su caserío, sus murallas, y en su pequeña ermita de la Veracruz un conjunto de pintura mural románica de primer orden.
Ayllón nobiliario y altivo, nos abre la puerta de su muralla para mostrarnos su mayor tesoro: calles insignes de arquitectura popular, palacios y la espléndida e irregular plaza porticada, en la que aún se respira el paso por la villa de la santidad (San Francisco de Asís y Santa Teresa de Jesús en su vuelta de Soria a Ávila).
Riaza, en la vertiente norte del Macizo de Ayllón, se engalana para darnos paso a su plaza porticada que cumple, además, la original función de coso taurino, y nos abre paso a unos parajes naturales de excepción: el Hayedo de La Pedrosa y las Hoces de Riaza. Y por qué no continuar desde aquí descubriendo parajes, en los que el color de la piedra usada en las construcciones se mezcla con el paisaje formando una escala cromática inigualable: pueblos rojos (Villacorta y Madriguera) y pueblos negros (El Muyo, El Negredo, Becerril y Serracín), nos sumergirán en una aventura sin parangón.
Segovia es siempre acogedora en cada uno de sus rincones y cuidada en cada uno de sus detalles. El tiempo siempre será su mejor aliado, para hacer que nada nos deje indiferentes.